Hoy en casa me tocó el “día del orden a fondo”. Por lo general, una vez por año, casi siempre cuando hay cambio de temporada, elijo un día en el cual doy vuelta la casa viendo que sirve y que no.
Revisando, encontré muchas cosas viejas. Entre ellas, un librito, tipo agendita, que tenía de chico, y que utilizaba, a modo de descargo, de diario personal.
Me senté, como “los indios” (piernas cruzadas), como lo hacía de niño, en el medio de la habitación llena de polvo, y comencé la lectura.
Encontré muchas cosas, algunas que ni recordaba, más adelante iré contando algunas de mis picardías de niño.
Pero hubo un relato que quisiera compartir en este momento. Y para que no pierda la magia y frescura que el mismo relato trae, pensé en transcribirlo textualmente, aún con algunos errores ortográficos que encontré. Aquí les va, espero les guste:
Revisando, encontré muchas cosas viejas. Entre ellas, un librito, tipo agendita, que tenía de chico, y que utilizaba, a modo de descargo, de diario personal.
Me senté, como “los indios” (piernas cruzadas), como lo hacía de niño, en el medio de la habitación llena de polvo, y comencé la lectura.
Encontré muchas cosas, algunas que ni recordaba, más adelante iré contando algunas de mis picardías de niño.
Pero hubo un relato que quisiera compartir en este momento. Y para que no pierda la magia y frescura que el mismo relato trae, pensé en transcribirlo textualmente, aún con algunos errores ortográficos que encontré. Aquí les va, espero les guste:
Miércoles 27 de noviembre del ´97
Que vieja insoportable y odiosa la de lengua, como me umillo con la prueva, delante de todos. Resulta, que el otro día nos dio como tarea leer un cuento, uno de un tal Bradburi o algo así. Estuvo todo el día con eso, “acuerdense de leer el cuento. No les doy tarea pero léanlo”. La tarea que nos dictó era la siguiente: Leer el cuento “El Dragón” de Ray Bradbury. La verdad es que nos dio todo el fin de semana para hacerlo, más el lunez, pero justo vinieron a casa unos primos y nos fuimos al zoológico, y el lunes ya tenía un monton de tarea de matematica para hacer. Y no pense que iva a ser tan importante lo del cuento.
Cuando llego el martes no savia nada del cuento, encima tenia lengua en la primera hora, y para rematar no va que yo llego retarde, justo para cuando se hisa la bandera. Mientras estabamos entrando al aula le pregunto a Carlitos, el siempre me salvaba. “Yo tampoco lo leí Dionisio, estoy frito como vos, jeje” me dice el aparato. Por “suerte” agrega: “Solo le pegue una leidita rapida a la primera parte, habla sobre un Dragón que vivía cerca de un pueblo, con ojos de fuego o algo asi”. Y con esas pocas palabras me senté confiado de que si decia algo sencillo como eso la seño no me preguntaría nada más. De todas maneras, cuando entró la maestra, me pico la pancita, sabiendo que me estava jugando.
Después de tomar asistencia, la seño se levantó de su silla y nos preguntó a todos si habiamos leido el cuento. “¡Si señorita!” respondimos cantando. “¿Vos lo leiste Carlitos?” le pregunto a mi compañero de banco, mira si será malbada. Cuando Carlitos le dijo que sí, yo pensé que no había forma de que me pida a mi el cuento, osea, tenía toda el aula.
“Bueno, entonces si vos lo leiste Carlitos, entonces que pase Dionisio al frente y nos lo cuente a todos” Dijo… Yo ahí me quise matar, parecía que se había enpeñado en nosotros. Y pase.
“Voy a ser buena, solo te voy a pedir que nos hagas un resumen cortito del cuento” me dijo.
Bueno, para mi me es facil inventar cosas, asi que dije lo que me dijo Carlitos, lo del dragon del pueblo y los ojos rojos como fuego, y agregue un poquito de que el dragon era muy grande y asustaba al pueblo con sus rugidos.
La maestra se paró al frente mio, me dio la espalda, y le hizo un gesto a mis compañeros, después Carlitos me dijo que fue como ese que se usa para callar, y me dijo: “Bien Dionisio ahora en el texto, al dragon lo describen muy bien, vos dibujalo lo mas parecido posible, si te sale parecido te pongo una buena nota”.
Yo agarre una tisa del pizzaron y le dibuje un dragoncito comun, como el que uno ve en la tele, en las películas de los caballeros, esos. Cuando termine el dibujo, todos mis compañeros se comenzaron a reir y se burlaban de mi dragon.
“Anda a sentarte Dionisio, y cuando te diga que leas algo hacelo. Y Leelo hasta el final no seas vago” me reto la maestra.
“¿Porque se rien?” me dijo Carlitos, totalmente ignorante como yo de lo que pasaba.
Tuve que esperar hasta el recreo, y mientras todos jugaban a la pelota, me sente en el patio a leer el dichoso cuento.
“La vieja de lengua se una hija de pepe” dije cuando termine de leerlo.
No se que decir, me dio bronca, pero ya se que con la vieja esa voy a tener que hacer toda la tarea. Chau
Para el que no leyó el cuento no les voy a decir aquí de que es, ni que forma tiene el dragón. Le recomiendo leerlo y que ustedes lo descubran solos. "Lean hasta el final, no sean vagos" diria mi maestra, y, sobre todo, presten atención al desenlace: http://members.fortunecity.com/literatura2/cuentos/otros/dragon.html
Tuve que aprender, a la fuerza de un papelón, que a veces, no es tan malo reconocer que uno no sabe sobre algo.
Su servidor Dionisio
3 comentarios:
en el link no sale el dibujo del dragon... yo lo quiero ver... me interesa pa 1 tatuaje... jaja!
che lobizon, ahi lei el cuento como me dijiste... y despues de arduos minutos intentando deducir cual era el dragon creo que me di cuenta, cualquier cosa lo hablamos por chat pa no quedar mal aca... jaja... y sino de ultima poneme la fotito :p jaja... nos vemos, 1 abrazo
Hola don licenciado, como va? que linda historia, esta buenisimo cuando encontras cosas que no leias o veias hace mucho tiempo que te hacen volar la cabeza tiempos, no muy lejanos. Que loco leer cartas de amigos, o cosas que uno escribia, lindas, feas, tristes, alegres. Gracias por compartir esa historia, siga escribiendo q esta bueno. (su compañera renegada Aylen)
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