Hace seis meses que nos dimos ese gran beso en aquellas playas cerca del faro de Mar del Plata, cinco meses y medio que decidimos ponernos de novios, y cuatro y medio desde que vivimos juntos. Y ya hace dos días que no me la banco, jaja.
No es para tanto, pero la última semana, recién, comencé a descubrir lo jodido que es convivir con alguien, y mucho más con una mujer.
Yo siempre había vivido solo, y por ese mismo hecho, no sabía disfrutar plenamente de esa “libertad”. Además son Sofía todo esta saliendo tan rápido que asusta.
Pero que lindo es entrar a casa con los botines puestos, llenos de barro y dejar tiradas las vendas en el piso después de jugar al fútbol sin que nadie te diga nada. Que lindo que es comer a cualquier hora, simplemente, “cuando haya hambre”.
Qué cómoda era mi cama de dos plazas cuando estaba solo, que lindo que era quedarme viendo una peli con el volumen al máximo si quería, o invitar a unos amigos a jugar al play station hasta la madrugada.
Pero todo aquello, ya quedó atrás, en el recuerdo, en el baúl de mi pasado, junto con juguetes, carpetas de colegio y facultad, y tantas otras cosas uno va desechando en el andar de esta vida que a uno le toca vivir.
Sofía tiene millones de cosas buenas, que seguro ya conté, y seguro también, que me quedé corto en lo halagos. Aún así, nosotros, como casi todo el mundo, tenemos nuestras diferencias, y muchas de ellas radicalmente opuestas, y son ellas las causantes de alguna que otra discusión, que claro, por estar recién de novios, terminan en besos, abrazos y risas, pero algunas suben de tono y pasamos momentos feitos.
Sin embargo, aunque a veces añore viejas actividades o “comodidades” de soltero, aunque hasta me cueste acostumbrarme a esta nueva vida, y a mi nueva compañera de vivienda y de cuarto, estar cerca de la persona que amo me da fuerzas y muchas ganas de seguir.
Y tal vez sea esa la clave del éxito, quizá el estar con la “persona correcta” sea un imposible, pero el estar con la que amas de verdad ayuda a superar esas diferencias, que en momentos parecen insalvables, y al siguiente son tonterías que ambos podemos ceder.
“Ceder”, que palabra. Porque en una fuerte discusión nadie la quiere, ni siquiera nombrar, y mucho menos la piensa como opción, quizá por alguna tonta creencia de que ceder es declararse derrotado o sometido, siendo que en estas cuestiones de pareja, el “ceder” muchas veces implica más una victoria que una derrota. Una victoria de la pareja, y de la convivencia. Porque en la pareja, como en cualquier orden de la vida, lo más importante es la convivencia con el otro, y para ello, para que ésta triunfe, a veces, debemos ceder muchas de nuestras cosas.
Para ceder, antes, me parece, se debe de “tolerar”. Porque el otro puede pensar diferente, porque el otro puede tener costumbres distintas, porque el otro es eso, otro.
También, y por último, se debe, creo, “aprender”. Aprender del otro, como vive, como siente, que le molesta, que le gusta, como le gusta, y porque le gusta lo que le gusta. Aprender a querer al otro, así, como es, sin más y tan simple que eso.
No creo que con estas líneas esté descubriendo nada del otro mundo, o le solucione la vida a alguien con esto, pero tal vez al escribirlas, yo descubra como salir airoso de mis propias dificultades: Tolerar primero, Ceder después y Aprender de eso. No pareciera tan dificil no, pero... ¡Qué jodido esto de estar en pareja eh!
Su servidor, Dionisio.
No es para tanto, pero la última semana, recién, comencé a descubrir lo jodido que es convivir con alguien, y mucho más con una mujer.
Yo siempre había vivido solo, y por ese mismo hecho, no sabía disfrutar plenamente de esa “libertad”. Además son Sofía todo esta saliendo tan rápido que asusta.
Pero que lindo es entrar a casa con los botines puestos, llenos de barro y dejar tiradas las vendas en el piso después de jugar al fútbol sin que nadie te diga nada. Que lindo que es comer a cualquier hora, simplemente, “cuando haya hambre”.
Qué cómoda era mi cama de dos plazas cuando estaba solo, que lindo que era quedarme viendo una peli con el volumen al máximo si quería, o invitar a unos amigos a jugar al play station hasta la madrugada.
Pero todo aquello, ya quedó atrás, en el recuerdo, en el baúl de mi pasado, junto con juguetes, carpetas de colegio y facultad, y tantas otras cosas uno va desechando en el andar de esta vida que a uno le toca vivir.
Sofía tiene millones de cosas buenas, que seguro ya conté, y seguro también, que me quedé corto en lo halagos. Aún así, nosotros, como casi todo el mundo, tenemos nuestras diferencias, y muchas de ellas radicalmente opuestas, y son ellas las causantes de alguna que otra discusión, que claro, por estar recién de novios, terminan en besos, abrazos y risas, pero algunas suben de tono y pasamos momentos feitos.
Sin embargo, aunque a veces añore viejas actividades o “comodidades” de soltero, aunque hasta me cueste acostumbrarme a esta nueva vida, y a mi nueva compañera de vivienda y de cuarto, estar cerca de la persona que amo me da fuerzas y muchas ganas de seguir.
Y tal vez sea esa la clave del éxito, quizá el estar con la “persona correcta” sea un imposible, pero el estar con la que amas de verdad ayuda a superar esas diferencias, que en momentos parecen insalvables, y al siguiente son tonterías que ambos podemos ceder.
“Ceder”, que palabra. Porque en una fuerte discusión nadie la quiere, ni siquiera nombrar, y mucho menos la piensa como opción, quizá por alguna tonta creencia de que ceder es declararse derrotado o sometido, siendo que en estas cuestiones de pareja, el “ceder” muchas veces implica más una victoria que una derrota. Una victoria de la pareja, y de la convivencia. Porque en la pareja, como en cualquier orden de la vida, lo más importante es la convivencia con el otro, y para ello, para que ésta triunfe, a veces, debemos ceder muchas de nuestras cosas.
Para ceder, antes, me parece, se debe de “tolerar”. Porque el otro puede pensar diferente, porque el otro puede tener costumbres distintas, porque el otro es eso, otro.
También, y por último, se debe, creo, “aprender”. Aprender del otro, como vive, como siente, que le molesta, que le gusta, como le gusta, y porque le gusta lo que le gusta. Aprender a querer al otro, así, como es, sin más y tan simple que eso.
No creo que con estas líneas esté descubriendo nada del otro mundo, o le solucione la vida a alguien con esto, pero tal vez al escribirlas, yo descubra como salir airoso de mis propias dificultades: Tolerar primero, Ceder después y Aprender de eso. No pareciera tan dificil no, pero... ¡Qué jodido esto de estar en pareja eh!
Su servidor, Dionisio.
5 comentarios:
"pasen y vean que lindas tolderías"
"Juegos low fi para mundos 2.0"
El concurso de obras artísticas en blogs del Festival RESONANTE
El Festival Resonante te invita a participar del concurso de obras artísticas en blogs "Juegos low fi para mundos 2.0". Queremos proponerte que desde tu propio espacio en el mundo blogger, flogger y la red en general crees una obra artística.
En la obra que realices para "Juegos low fi para mundos 2.0" podes contar desde tu propia perspectiva que es para vos la “interacción”.
Las bases del concurso en:
www.resonantefestival.blogspot.com
www.fotolog.com/festiresonante
www.myspace.com/festiresonante
www.flickr.com/photos/festivalresonante
POR FAVOR DIFUNDIR!!!!!!!!!!!!!!!!!
Guau!!!
Dionisio cambio de autor?!?!
Tolerar? ceder? aprender?
Concuerdo es muy dificil convivir, pero esos domingos remolones tomando mate y viendo pelis valen la pena.
Besos amiguito
Mari
LA convivencia no es para nada dificil... La convivencia es DURISIMA!
Pero trae mas cosas lindas que feas, y hay que aprender a ver las feas como no tan feas.
Saludos, Dionisio
Tenés algo en mi blog. Es mi deber el notificarlo...
www.juampyc.com.ar
Felicitaciones!
Debo confesar que nunca fuí soltero y a la cama doble la descubrí el día del Divorcio. No creo aconcejable recomendar matrimonio ni divorcio.Al que las hace le cabe el sayo. Me gusta su manera de escribir. Que bueno sería que yo pudiera imitarle y hacer de mis poemas algo mas leible,así como en sus cuentos...Saludos amigo. Daniel Requelme.
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